• Manuel Angel Nicolas Cuevas ha publicado una actualización

    hace 3 meses

    ANATOMÍA MORAL DEL CRIMEN

    Gerard Piqué y el declive moral en la vida pública

    Cuando la ambición, la vanagloria y el deseo de poder eclipsan los valores fundamentales, no solo cae la imagen pública: también se degrada la estructura ética interna.

    Gerard Piqué es hoy reflejo de un fenómeno que analizamos desde el marco conceptual de la crimia, raíz semántica creada para estructurar nuevos campos de estudio de la conducta desviada.

    Su conducta reciente muestra signos claros:

    Soberbia intelectual 🧠: Creencia de estar por encima de leyes y responsabilidades.

    Avaricia 💰: Búsqueda insaciable de poder, dinero e influencia.

    Vanagloria 📸: Necesidad constante de exposición pública.

    Lujuria de prestigio 🍾: Deseo desmedido de éxito inmediato.

    Pereza ética 🛌: Falta de voluntad para corregir o asumir errores.

    Órganos simbólicos deteriorados:

    Mente 🧠: Racionalización del interés propio.

    Corazón ❤️: Insensibilidad ante el impacto social de sus actos.

    Voluntad ✊: Debilitamiento del esfuerzo hacia el bien común.

    Conciencia ⚖️: Oscurecimiento del juicio ético.

    Memoria ética 🧩: Pérdida de referentes morales internos.

    A partir de la crimialisis (análisis de su conducta), detectamos signos de crimialitis (infección ética inicial) y de crimialitosis (degeneración estructurada).

    Estos conceptos son herramientas de reflexión aún en desarrollo dentro de un marco teórico nuevo que busca profundizar en la comprensión del desvío ético y social.

    > «El hombre que desprecia la virtud es también el que más teme ser juzgado por ella.»

    — Teófilo Niquetas

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